Señalizadores de libros


Anoche, ojeando el libro que en teoría estoy leyendo (la realidad indica que han caído otros dos mientras sigo intentando leer ese tocho de más de mil páginas en edición de bolsillo), apareció, escondida entre una de sus hojas, el folleto de una película de cine. La película de cine que fuimos a ver aquella tarde de verano, el día posterior a uno de los días más bonitos de este año que está acabando. Como no sabemos ser discretos y necesitamos llenarlo todo de palabras que expresen vagamente lo que ya sabemos, el folleto estaba escrito. Su letra, zurda y redonda, me recordaba la fecha exacta y el lugar en el que tenía que guardar el folleto. Así lo rubricaba su firma al pie.

A veces está bien que te indiquen dónde van las cosas, es bueno ser ordenado. Pero gracias a ese folleto de la película descubrí que necesito, yo también, una caja más grande para poder guardar todos los recuerdos.

Posdata: Te quiero.

... sobre un vidrio mojado escribí su nombre
sin darme cuenta,
y mis ojos quedaron igual que ese vidrio
pensando en ella ...
En audición: Los Secretos "Sobre un vidrio mojado"

0 rastros:

Publicar un comentario

Desde aquí puedes dejar un rastro...