Lo que pasa cuando a ella se le duerme el brazo


- ¿Sabes? Si algo he descubierto estando contigo es que yo antes siempre había amado poco y mal. Ahora veo que lo único que había sentido hasta ahora era un sucedáneo del amor, algo que se diluía instantáneamente en mi café y que apenas si me modificaba el color. Contigo todo ha ido tan despacio que se han multiplicado mis sensaciones de manera exponencial. En cierto modo era como estar dentro y fuera de mí observando lo que me pasaba, tanto era el tiempo para notarlo todo que parecía que me daba tiempo a racionalizar, examinar, diseccionar y separar todo lo que iba sintiendo mientras lo iba sintiendo. Eso me ha dado tanta seguridad en mí mismo y en ti que ha multiplicado el nivel de las sensaciones. Imagínate que fueras una adolescente y estuvieras infinitamente montada en una montaña rusa, la sensación vendría a ser parecida ...

- Oye, que yo me mareo con tantas vueltas.

- Bueno, sólo era un símil. Me refería a que me das una felicidad que se extiende a lo largo y a lo ancho y que parece que no vaya a tener fin. Y me siento bien.

- Yo también, pero muévete un poco que se me ha dormido el brazo.

- ¡Grrrr! Desde luego a ti hay que entenderte mucho para quererte.

Y me muevo un poco y acabo planchando mis labios con los suyos, tratando de ir despacio ya que ella, esa mañana, tampoco parece tener prisa.

... hoy necesito que me abraces fuerte
y que tu silencio traiga mucha calma
que la noche venga lenta como nieve
y nos halle enlazadas las espaldas ...
En audición: Cómplices "Hoy necesito"

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