El valor de la palabra


Voy a empezar recurriendo a una canción (para variar), a una frase que dice: "las palabras son cansancio pero yo te prometo inventar un lenguaje nuevo para ti". O, como también se podría decir, ¿adónde se van las palabras que no se dicen?.

Podría convenir con mucha gente que cada instante es único, pero no que cada instante sea el más importante de la vida, porque buscando esa importancia dejamos de lado el simple disfrute del paso del tiempo sin más consideraciones. Pretender que cada segundo sea mejor que el anterior y, a su vez, el más importante de nuestra vida es agobiante.

Pero volviendo al tema de las palabras, es cierto que muchas veces son liberadoras. Poder sacar a la luz mediante las palabras los sentimientos, pensamientos, temores y demás cosillas que solemos guardar en el interior es algo liberador y, sin embargo, de gran importancia. Una palabra puede condicionar tu vida. Las palabras nunca se las lleva el viento, siempre hay alguien dispuesto a grabar, incluso con fuego si hace falta, lo que uno dice... y a usarlo en forma arrojadiza en caso de necesidad. Por ello nos convertimos en esclavos de nuestras palabras. Y vosotros, ávidos lectores entre líneas y buscadores en el más allá de mis frases pensareis: pero si dices siempre lo que realmente sientes, ¿qué problema hay?.

Pues sí hay un problema: el saber expresar con el vocabulario más o menos extenso que hemos adquirido en casa, en la calle y en el colegio y de forma exacta lo que pensamos. Yo he reconocido mil veces que puedo con total fervor y creencia ciega defender con palabras una postura y la postura antagónica a la vez (recuerda la frasecita: "lo mismo que te digo una cosa te digo la otra"). Y luego, añadir que para que se dé la comunicación oral debe haber un interlocutor quien, por norma general, entiende lo que le dá la gana por muy clarito que uno crea que habla.

Básicamente por esto estoy de acuerdo en que el silencio ayuda mucho y no sólo porque te ayude a pensar (algo que más o menos hacemos de forma incluso involuntaria) si no porque te permite una neutralidad que, bien mirado, no tiene sentido en este mundo de hoy en día en que te obligan a elegir incluso entre Coca-Cola y Pepsi.

Y si las palabras son tan fáciles de mal o des interpretar, imagínense cuál es mi postura sobre los gestos, tan mudos ellos.

Millones de besos, a largo plazo, naturalmente.

... no merece la pena
andar preguntándose cómo sería si fuera ...
En audición: La Buena Vida "Mi voluntad"

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