Pues eso, que se acabó la Semana Santa, y las calles del centro de Palma, donde tengo a bien trabajar, vale, rectifico, donde está mi oficina, han quedado llenas de cera de las procesiones a la espera de que a las brigadas municipales les de por limpiarlas. Mientras tanto parece que esté presenciando continuamente el rodaje de una película de acción con el ruido de los coches al doblar las calles. Para mí es un sonido desagradable y las calles, a parte de ruidosas, quedan pegajosas y sucias.
A parte de esto ha sido una semana muy tranquila. Demasiado tranquila. A mí me habría gustado hacer una escapadita, pero entre unas cosas y otras me quedé sin planes. Podría haber ido a Lloret de Mar con el equipo que entrena mi hermano, pero después de lo que cuentan a la vuelta casi mejor no haber ido. A Roma no me invitaron esta vez, aunque ya me han dicho que la próxima tengo que ir, que mis amigos me harán de cicerones por entre las ruinas romanas. También podría haber planificado algo por mi cuenta y riesgo, pero últimamente mis viajes sólo tienen sentido en una dirección y en ese sentido ya sabía que iba a ser imposible. De hecho no imagino nada más cruel que estar tan cerca y no poder apenas vernos.
Así que de jueves a sábado por la mañana estuve ocupado en el Torneo de Semana Santa que hemos organizado en el Club. En este enlace encontrareis más información e, incluso, algunos vídeos. Lo siento, yo no aparezco en ninguno. No por que me molestara que me grabaran, si no porque al que grababa le parecían más importantes los niños que yo con el micrófono. Algo increíble.
El sábado por la tarde tocaba partido del Mallorca y, aunque ganamos uno a cero, no creo que sea uno de los partidos que recuerde veinte años después, aunque, bien pensado, quién sabe, la memoria es bastante caprichosa. El domingo y el lunes fueron días de apalanque total: del sofá al portátil y viceversa, con las obligadas visitas al baño y a la cocina, claro.
Y eso es todo, amiguitos. Seguiremos informando que el ruido de los coches pasando sobre la cera que quedó en la calle me está poniendo de los nervios y no me deja concentrarme.
A parte de esto ha sido una semana muy tranquila. Demasiado tranquila. A mí me habría gustado hacer una escapadita, pero entre unas cosas y otras me quedé sin planes. Podría haber ido a Lloret de Mar con el equipo que entrena mi hermano, pero después de lo que cuentan a la vuelta casi mejor no haber ido. A Roma no me invitaron esta vez, aunque ya me han dicho que la próxima tengo que ir, que mis amigos me harán de cicerones por entre las ruinas romanas. También podría haber planificado algo por mi cuenta y riesgo, pero últimamente mis viajes sólo tienen sentido en una dirección y en ese sentido ya sabía que iba a ser imposible. De hecho no imagino nada más cruel que estar tan cerca y no poder apenas vernos.
Así que de jueves a sábado por la mañana estuve ocupado en el Torneo de Semana Santa que hemos organizado en el Club. En este enlace encontrareis más información e, incluso, algunos vídeos. Lo siento, yo no aparezco en ninguno. No por que me molestara que me grabaran, si no porque al que grababa le parecían más importantes los niños que yo con el micrófono. Algo increíble.
El sábado por la tarde tocaba partido del Mallorca y, aunque ganamos uno a cero, no creo que sea uno de los partidos que recuerde veinte años después, aunque, bien pensado, quién sabe, la memoria es bastante caprichosa. El domingo y el lunes fueron días de apalanque total: del sofá al portátil y viceversa, con las obligadas visitas al baño y a la cocina, claro.
Y eso es todo, amiguitos. Seguiremos informando que el ruido de los coches pasando sobre la cera que quedó en la calle me está poniendo de los nervios y no me deja concentrarme.
... quién te ha dicho que yo voy a volar detrás de tus lágrimas
quién te ha dicho que un día voy a volver ...
En audición: Mocedades "Has perdido tu tren"
Xesc
lo garabateó
Editar garabato
Punto verde
abril 2010
1 rastro:
Pues a mi me gusta el ñiiiiiiiicccccccccccccccc
Publicar un comentario
Desde aquí puedes dejar un rastro...