Caligrafía Rubio


A parte de lo que escribo en este blog me gusta coger papel y boli y escribir cartas. No, un momento, he sido demasiado generalista. Empiezo otra vez. A parte de lo que escribo en este blog me gusta coger papel y boli y escribirle cartas a ella. A sabiendas de que todo lo que escriba podrá ser usado en mi contra por un jurado, sin acogerme a la quinta enmienda. Me gusta escribir cartas sin red protectora y asemejarme a un trapecista de reconocido valor.

Una carta es una comunicación de uno a uno, a diferencia de esto que es de uno a no sé cuántos. Las cartas, por consiguiente, son más personales y directas. Mi alma, mi vida, va en ellas. Me desnudo en las cartas mucho más que aquí porque me cuesta mucho menos hacerlo. Se trata, simplemente, de dejar salir todo lo que está dentro. Por eso las cartas que escribo siempre en la relectura que hago (mi modus operandi es: escritura, relectura, ensobrado y buzón) me resultan algo caóticas dentro de un orden. A veces las ideas me llegan a borbotones y me doy cuenta que un papel no es como un correo electrónico, en el papel no hay tecla de borrado y lo escrito queda (por mi forma de ser no me permito muchos tachones en las cartas para que no parezca que oculto cosas, yo soy así).

Sería más fácil y moderno escribir correos electrónicos. Incluso yo podría hacerlo. Pero me gusta torturarla con mi letra. Ese es el motivo principal de mis cartas. Que le cueste algo y que necesite leer dos o tres veces el texto para captarlo correctamente en sus partes y en su unidad. Si mi profesora de Lengua Española, la señora Ferragut, viera mi letra se caería al suelo de un soponcio, ¿para qué todas las libretas de caligrafía que me mandó con trece y catorce años se preguntaría inquieta?

Visto lo cual no me queda más remedio que hacer una oda al cartero, portador involuntario e inconsciente de relatos de sueños y amores, de cartas que contienen esperanzas y temores, de mis cartas para ella. Y, de paso, con cada nueva carta le voy llenando cajitas de recuerdos con papeles que nunca amarillearán en su corazón.

... que divertit lo que escric
quan estic avorrit
per exemple es teu cos,
es jersei destenyit,
es carrer blanc de sol ...
En audición: Antònia Font "Wa yeah!"

1 rastro:

Sin pensárselo dos veces Anónimo garabateó:

Si es que eres un poeta xesquis

Publicar un comentario

Desde aquí puedes dejar un rastro...