Lo que me ayuda a dormir mejor


Siempre llegan al final y son sumamente especiales. Vienen cargados de cariño y son la cosa más tierna que uno pueda imaginar. Si ya de por sí son geniales en su unidad (aunque sean tres cada uno es genial por sí mismo), calculad cuando llegan multiplicados por diez y te alcanzan justo en el momento en que te estás poniendo el pijamita y musitando las oraciones de agradecimiento diarias por la buena suerte que te alcanzó ese día también.

Imposible no sentirlos o que pasen desapercibidos.

... bendito el reloj y bendito el lugar,
benditos tus besos cerquita del mar ...
En audición: Maná "Bendita tu luz"

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