Sin respuestas


- No siempre se tiene respuesta para todo.

Le solté esa contestación tan seca porque ella insistía en preguntas que me parecían ridículas, del tipo ¿cuánto me quieres? ¿me querrás para siempre? ¿seremos mañana igual de felices?

- Eso ya lo sé, tonto - me respondió ella un tanto ofendida - pero al menos podrías mentirme un poquito y decirme que me quieres más que a tu vida y que tú y yo siempre seremos felices. Con lo sencillo que te resultaría contentarme diciéndome esas cosas.

- Ya, pero yo no soy así.

Ambos nos concentramos en nuestras consumiciones y vimos como el violinista callejero se acercaba a nuestra mesa de la terraza mendigando de nuestro supuesto amor unas monedas para sufragar su arte. Pero, contrariamente a lo que suele pasar en estos casos, el cielo no se nubló en ese instante. En realidad no fue hasta unos meses después, cuando languidecía el cálido verano, cuando decidimos que nuestras vidas transcurrieran por caminos separados. La sensación de culpabilidad repartida al cincuenta por ciento para que duela menos.

... necesito soñar que estoy dentro de ti
hace tanto frío,
quisiera saber que en tu corazón
hay un sitio mío ...
En audición: Ramoncín "Ayúdame, no soy un héroe"

0 rastros:

Publicar un comentario

Desde aquí puedes dejar un rastro...