A dos milímetros escasos


Era en esos momentos cuando estábamos a punto de dejarnos llevar, de cruzar una línea que no se ve y que, en frío, pensamos que no hay que cruzar, aunque quién nos dice que no estemos equivocados. Estábamos paseando y nos parábamos a observar algo con detenimiento, pero a los pocos segundos pasaban a ser nuestros ojos los que se observaban con detenimiento. La giraba hacia mí con suavidad y nuestras dos manos se encontraban en el aire. Empezaban entonces unos segundos de deseo mutuo, de un cariño extremo. Parecía algo incontrolable y con una única solución. Nuestras caras empezaban a juntarse sin remedio, buscándose. Pero siempre en la última décima, en el último milímetro, con uno de los dos pensando en lo más conveniente para ambos, nuestras trayectorias se separaban y mis labios o los suyos aterrizaban en las mejillas. Una vez, la más atrevida, llegaron a la comisura de su boca. Pero incluso visto de tan cerca no me dio la impresión de haber estado a punto de morder la manzana prohibida, más bien pensé que era uno de sus edenes al que aún no tuve la suerte de llegar.

... mientes, yo te conozco bien y sé que mientes,
conozco esa mirada y sé que escondes algo más
que no vas a contar ...
En audición: Tontxu "Mientes"

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