Deberías tener un sueño profundo. Piensa que tendría que levantarme de la cama sin que lo notaras, ni demasiado temprano ni muy tarde, ir a la cocina, rebuscar en armarios y estanterías, abrir y cerrar la nevera, poner cazos al fuego, preparar la cafetera, seguramente lavar la loza de la noche anterior, cortar el pan, tener una rosa rosadita fresca para decorar la bandeja y que te despertaras justo en el momento en que entro con la bandeja por la puerta de la habitación.
Realmente es complicado llevarte el desayuno a la cama y que sea toda una sorpresa.
Despierta ya, mira que luz,
nada envidia el norte al sur ...
En audición: Antonio Vega "Desordenada habitación"
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