Qué me quieres, amor


El primer Te Quiero no lo llegué a decir. En el segundo Te Quiero ella estaba dormida o se hacía muy bien la dormida. El tercer Te Quiero no era real y a veces se me olvida contabilizarlo. Así que cuando dije el cuarto Te Quiero andaba ya yo con la mosca detrás de la oreja. Sin embargo, la magia hizo que desde la primera vez de la cuarta vez no haya podido dejar de decirlo. Y no como coletilla, si no como sentimiento, que tiene más gracia.

... apenas llegó se instaló para siempre en mi vida,
no hay nada mejor que encontrar un amor a medida ...
En audición: Joaquín Sabina "Rebajas de enero"

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