Nocturno de primavera

Todo está un poco confuso. Es como un sueño y no entiendo nada. Allí está mi coche, en el sitio en que lo aparqué ayer, perfecto por delante, pero, me voy a la parte trasera y está completamente hundida, he perdido el maletero que está como un acordeón cerrado, incrustado en los asientos traseros. Alguien durante la noche ha golpeado con violencia mi coche por detrás. Eso sí, me ha dejado una notita con sus datos en el parabrisas trasero que ahora está, sin cristal (hay cristales por todos lados), pegado a los reposacabezas de los asientos delanteros. Tengo que hablar con mi hermano mayor, él sabrá cómo arreglarlo todo. Está jugando a tenis en una calle de Palma contra el argentino David Nalbandián que anda un poco cabreado porque mi hermano se demora en el servicio. La pista empieza en una calle y termina en otra, o sea, tiene forma de L invertida y ambos contendientes no se ven entre fincas, cruces y coches aparcados. Tal vez por eso esté enfadado David, porque no ve cuándo le va a venir la pelotita y, si pierde, bajará posiciones en la lista ATP.

Sí, yo también alucino. Necesito despertarme y que tú estés al lado. Y, de paso, que todo haya sido un sueño.

... habrá que declararse un inocente
o habrá que ser abyecto y desalmado ...

En audición: Fito Páez "Al lado del camino"