El mejor lugar del mundo

[De la serie textos prestados (XLV) ...]

(c) Bernardo José Mora para el diario Última hora

Créanme, si hay algún lugar en el mundo mejor que un café es un café con libros. Quizás conozcan alguno; yo conozco el mejor de todos. No es exactamente lo que llamaríamos un café de los de toda la vida, sino más bien uno de esos tan a la moda hoy en los que al sentarte te encuentras una carta con lo menos dos mil variedades de cafés e infusiones, pero tiene una pared entera llena de libros. A la derecha están los libros para leer allí mismo. A la izquierda - por eso digo que es el mejor, aunque sea casi imposible conseguir que te sirvan un café con leche corriente y moliente -, los libros para canjear. El sistema es de lo más sencillo: tú vas allí con un libro, lo dejas en la estantería y te llevas otro. Y quien dice un libro dice dos o tres (mientras el número de los que dejas sea idéntico al de los que coges, se entiende). Y da igual si cambias uno de bolsillo por otro de tapa dura. O si el que has dejado tiene cien páginas y el que has cogido casi cuatrocientas y te va a reventar la mochila. Es más, incluso puedes dejar un libro de Jorge Bucay y llevarte, pongamos por caso, otro de Josep Pla, y no existe el menor peligro de que al salir el tipo de la barra mande tras de ti a los gendarmes. EL mejor lugar del mundo, ya digo. Se llama "Época" y está en la ciudad de La Laguna. Si algún día se acercan por allí, ustedes no me conocen.