Si hoy es martes esto es mi oficina


He vuelto.

O sea, el avión aterrizó a su hora y yo estaba en él y bajé con mi maletita y subí al coche y llegué a casa ya de noche y me comí el bocadillo. Técnicamente he vuelto, no hay duda, mi cuerpo está aquí mismo, en esta oficina marrón, casi gris a veces. Sin embargo aún no estoy del todo aquí. Y aún así, en su distancia, no me embarga el sentimiento de tristeza que tal vez sería lógico, porque, en mí, tampoco queda hueco para la tristeza, la alegría lo inunda todo. Alegría y distancia. Una mezcla rara, un cóctel difícil al que no quiero acostumbrarme ni dar por definitivo e irresoluble.

Por cierto, el día menos pensado me cobran por el sobrepeso de la maleta. Esta vez no olvidamos meter momentos, olores, sabores, sensaciones, complicidades, viandas y tanta ternura que ciertamente pensé que ya me cobrarían por exceso de peso.

... y si falta alguna pieza es que me la partieron,
y aun la estoy arreglando ...
En audición: Conchita "Encaja mi corazón"

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