De oca a oca


A veces me pregunto cómo he llegado a este punto. Si lo pensamos bien es casi imposible haber llegado a este punto en concreto, con la de lugares que hay para llegar. Haber llegado hasta aquí supone haber hecho un montón de elecciones y que casi todas fueran correctas y, sobre todo, que fueran en esta dirección. Increíble, ¿verdad?. Lo más sencillo era haber llegado a cualquier otra parte. Bueno, sencillo no, aplicando la misma regla de tres resulta que hubiera sido igual de difícil. Nos pasamos la vida eligiendo y descartando. No se puede tener todo que dice mi mami. Menos mal que la mayoría de las elecciones las hacemos automáticamente, sin pensarlo demasiado (por ejemplo yo al escribir este post estoy eligiendo no hacer otras cosas en este momento, pero no me pareció una decisión que hubiera que pensar mucho).

Lo que descartamos se queda ahí, justo en el momento de ser descartado y de ello nunca más se sabe. Salvo cuando llegan los reproches: "si hubieras ...". Pero no es cuestión de amargarse pues en cada momento estamos eligiendo (sin ir más lejos yo usé la palabra "eligiendo" descartando otras como "seleccionando" o "optando por") casi sin darnos cuenta. El peso de todas las elecciones, si nos pusieramos a ser meticulosos, sería una carga tan terrible que no nos dejaría vivir.

Es por ello por lo que digo que la vida se parece al plano de una ciudad en el cual nosotros a penas si decidimos de donde salimos y a dónde queremos llegar, ya que las direcciones prohibidas, las calles cortadas por obras, las zonas de circulación restringida, la supresión de paradas de bus y todas esas cosas que se alian en nuestra contra nos lo van poniendo muy difícil. Yo no sé si alguna vez alguien consiguió en su vida ir recto en todo momento. O alcanzar todos sus objetivos.

Desde hace un ratito, me ronda por la cabeza esta canción, no sé bien por qué ...

... quizás por ser un poco loquita,
loquito me tienes a mi.
Estoy dispuesto a recuperar el tiempo que perdí ...
En audición: El Último de la Fila "Vino dulce"

2 rastros:

Sin pensárselo dos veces Anónimo garabateó:

Yo encuentro que para qué ir todo recto si es muy aburrido, mejor ir zizgagueando, además, quien te dejaría ir recto eh? naaaddiiieeeee, porque se te meten en tus carriles igual que si vas a nadar a una piscina y tienes que ir esquivando a la gente y en ese momento, zas ! ya cambias de dirección y resulta que pasas por una calle que hay una zapatería muy bonita y........
Nada, que tu sigue por tu camino que la gente te irá desmontando los planes jajajaaja. besitos petardo.

Sin pensárselo dos veces Xesc garabateó:

A mi me desmontan los planes y la verdad es que pocas veces consigo ir tan recto, pero tú no pierdes tu obsesión por los zapatos, ja ja ja.

Un besito

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